29/2/20

Científicos editan genes en embriones, un avance que busca proteger a bebés de enfermedades

Científicos editan genes en embriones, un avance que busca proteger a bebés de enfermedades

or primera vez se logró reparar mutaciones genéticas en embriones, un hallazgo que permitiría 'borrar' enfermedades en el ADN. El descubrimiento acelera la necesidad de adelantar la discusión ética sobre sus implicaciones.
Mediante una técnica llamada CRISPR-Cas9, científicos lograron reparar docenas de embriones que venían con una mutación genética que causa un problema cardiaco. Crédito: Oregon Health & Science University via AP
Por primera vez, científicos han logrado editar con éxito genes en todas las células de embriones humanos para reparar una mutación que causa enfermedades.
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Los científicos aún están muy lejos de poder aplicar clínicamente este hallazgo, pero el camino está abierto. Tal y como indica The New York Times, uno de los primeros medios en dar la noticia, hace apenas meses, un comité científico redactó nuevos lineamientos menos estrictos para la modificación de embriones, aunque aclararon que exclusivamente con propósitos médicos.

La investigación marca un hito y presenta la posibilidad real de que en un futuro los genes puedan ser “editados” para evitar que los bebés nazcan con condiciones hereditarias. Crédito: iStock
“En el pasado dijimos que la edición genética no debía realizarse porque, sobre todo, no podía hacerse de forma segura y, aunque sigue siendo cierto, ahora parece que pronto se podrá hacer de forma segura”, declaró a ese medio Richard Hynes, co-director del comité.
Explicó que aunque las trabas técnicas sean resueltas, aún tendrá que haber un debate en torno a su aplicación en la sociedad. “Ahora es el momento”, insistió.

‘Borrar’ lo malo

El estudio realizado por científicos de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon, en conjunto con investigadores de California, China y Corea del Sur, indica que, mediante una técnica llamada CRISPR-Cas9, lograron reparar decenas de embriones que venían con una mutación genética que causa un problema cardiaco que puede llevar a la muerte.
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Esta técnica funciona como si un par de tijeras recortara los genes mutados de una célula y proveyera una plantilla de los genes sin daños para reparar el hueco, dejando el ADN intacto y con el gen sano.
De haber permitido que los embriones se desarrollaran en bebés, hubieran estado libres de la enfermedad y no la transmitirían a su descendencia.
Todavía se necesita investigar más antes de probar el método en ensayos clínicos, algo prohibido por la ley, por ahora.

COMPUTACION CUANTICA💫

Computación cuántica: qué es, de dónde viene y qué ha conseguido

En los últimos años, algunas grandes empresas de tecnología como IBMMicrosoftIntel o Google están trabajando en relativo silencio sobre algo que suena muy bien: la computación cuántica. El principal problema de esto, al menos para nosotros, es que es complicado saber qué es exactamente y para qué puede ser útil.
Hay algunas preguntas que se pueden resolver fácilmente. Por ejemplo, la computación cuántica no va a servir de momento para que tengas más FPS en tu tarjeta gráfica. Tampoco será todo tan fácil como cambiar la CPU de tu ordenador por una cuántica para que se vuelva hiperrápido. La computación cuántica es fundamentalmente distinta a la computación a la que estamos acostumbrados, y en este artículo vamos a tratar de arrojar algo de luz sobre el asunto.

¿Cuál es el origen de la computación cuántica?

A principios del siglo XX, Planck y Einstein proponen que la luz no es una onda continua (como las ondas de un estanque) sino que está dividida en pequeños paquetes o cuantos. Esta idea, en apariencia simple, servía para resolver un problema llamado la "catástrofe ultravioleta". Pero a lo largo de los años otros físicos fueron desarrollándola y llegando a conclusiones sorprendentes sobre la materia, de las cuales a nosotros nos interesarán dos: la superposición de estados y el entrelazamiento.
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Para entender por qué nos interesan, hagamos un pequeño receso y pensemos en cómo funciona un ordenador clásico. La unidad básica de información es el bit, que puede tener dos estados posibles (1 ó 0) y con los que podemos realizar varias operaciones lógicas (AND, NOT, OR). Juntando n bits podemos representar números y operar sobre esos números, pero con limitaciones: sólo podemos representar hasta 2^n estados distintos, y si queremos cambiar x bits tenemos que realizar al menos x operaciones sobre ellos: no hay forma de cambiarlos mágicamente sin tocarlos.
Pues bien, la superposición y el entrelazamiento nos permiten reducir esas limitaciones: con la superposición podemos almacenar muchos más que sólo 2^n estados con n bits cuánticos (qubits), y el entrelazamiento mantiene fijas ciertas relaciones entre qubits de tal forma que las operaciones en un qubit afectan forzostamente al resto.

La superposición, si bien parece una bendición a primera vista, también es un problema. Tal y como demostraba Alexander Holevo en 1973, aunque tengamos muchos más estados que podemos guardar en n qubits, en la práctica sólo podemos leer 2^n distintos. El por qué lo veíamos en un artículo en Genbeta sobre las bases de la computación cuántica: un qubit no vale sólo 1 ó 0 como un bit normal, sino que puede ser un 1 en un 80% y un 0 en un 20%. El problema es que cuando lo leemos sólo podemos obtener o 1 ó 0, y las probabilidades que tenía cada valor de salir se pierden porque al medirlo lo hemos modificado.
Rendija CuánticaSi tenemos una bola cuántica que oscila 100% en horizontal, siempre pasará por una rendija horizontal. Si oscila en una superposición 50% horizontal y 50% en vertical, sólo pasará algunas veces cuando justo entre con el ángulo adecuado y rebote con el interior de la rendija, y al salir estará oscilando 100% horizontal.
Esa discrepancia entre la información que guardan los qubits y la que podemos leer nosotros llevaba a Benioff y a Feynman a demostrar que un ordenador clásico no sería capaz de simular un sistema cuántico sin una cantidad desproporcionada de recursos, y a proponer modelos para un ordenador cuántico que sí fuese capaz de hacer esa simulación.
Esos ordenadores cuánticos probablemente no serían más que una curiosidad científica sin el segundo concepto, el entrelazamiento, que permite desarrollar dos algoritmos bastante relevantes: el temple cuántico en 1989 y el algoritmo de Shor en 1994. El primero permite encontrar valores mínimos de funciones, que así dicho no suena muy interesante pero tiene aplicaciones en inteligencia artificial y aprendizaje automáticotal y como comentamos en otro artículo. Por ejemplo, si conseguimos codificar la tasa de error de una red neuronal como una función a la que podamos aplicar temple cuántico, ese valor mínimo nos dirá cómo configurar la red neuronal para que sea lo más eficiente posible.
El segundo algoritmo, el algoritmo de Shor, nos sirve para descomponer un número en sus factores primos de manera mucho más eficiente que lo que podamos lograr en un ordenador normal. Así dicho, de nuevo, no suena para nada interesante. Pero si os digo que RSA, uno de los algoritmos más usados para proteger y cifrar datos en Internet, se basa en que factorizar números es exponencialmente lento (añadir un bit a la clave implica doblar el tiempo que se tarda en hacer un ataque por fuerza bruta), entonces la cosa cambia. Un ordenador cuántico con suficientes qubits dejaría completamente obsoletos muchos sistemas de cifrado.

¿Qué se ha conseguido hasta el momento con la computación cuántica?

D-Wave
Hasta ahora, la computación cuántica es un campo que no se ha aplicado mucho en el mundo real. Para que nos hagamos una idea, con los veinte qubits del ordenador cuántico comercial que anunciaba IBM, podríamos aplicar el algoritmo de factorización de Shor sólo a números menores que 1048576, que como os podéis imaginar no es muy impresionante.
Aun así, el campo tiene una evolución prometedora. En 1998 se presentó el primer ordenador cuántico (sólo dos qubits, y necesitaba una máquina de resonancia magnética nuclear para resolver un problema "de juguete" (el llamado problema de Deutsch-Jozsa). En 2001 se ejecutó por primera vez el algorimo de Shor. Sólo 6 años más tarde, en 2007, D-Wave presentaba su primer ordenador capaz de ejecutar el temple cuántico con 16 qubits. Este año, la misma compañía anunciaba un ordenador de temple cuántico de 2000 qubits. Por otra parte, los nuevos computadores de IBM, aunque con menos qubits, son capaces de implementar algoritmos genéricos y no sólo el del temple cuántico. En resumidas cuentas, parece que el empuje es fuerte y que la computación cuántica cada vez será más aplicable a problemas reales.
¿Cuáles pueden ser esas aplicaciones? Como comentábamos antes, el algoritmo del temple cuántico es muy apropiado para problemas de aprendizaje automático, lo cual hace de los ordenadores que lo implementen sean extermadamente útiles, aunque lo único que puedan hacer sea ejecutar ese único algoritmo. Si se pueden desarrollar sistemas que, por ejemplo, sean capaces de transcribir conversaciones o identificar objetos en imágenes y se puedan "traducir" para entrenarlos en ordenadores cuánticos, los resultados podrían ser órdenes de magnitud mejores que los ya existentes. El mismo algoritmo también se podría usar para encontrar soluciones a problemas en medicina o química, como encontrar los métodos óptimos de tratamiento para un paciente o estudiar las posibles estructuras de moléculas complejas.

Los ordenadores cuánticos genéricos, que aunque ahora mismo disponen de menos qubits, sí podrían ejecutar más algoritmos. Por ejemplo, podrían usarse para romper gran parte de de la criptografía usada ahora mismo como comentábamos antes (lo cual explica por qué la NSA quería tener un ordenador cuántico). También servirían como buscadores supperrápidos si se consigue implementar el algoritmo de búsqueda de Grover, y para la física y química pueden ser muy útiles como simuladores eficientes de sistemas cuánticos.

Las barreras que todavía hay que vencer

D-Wave
Por desgracia, los algoritmos y códigos para ordenadores clásicos no se podrían usar en ordenadores cuánticos y obtener una mejora en velocidad mágicamente: es necesario desarrollar un algoritmo cuántico (cosa no trivial) e implementarlo para poder obtener esa mejora. Eso, de primeras, restringe mucho las aplicaciones de los ordenadores cuánticos y será un problema a sortear cuando esos sistemas estén más desarrollados.
Sin embargo, el principal problema al que se enfrenta la computación cuántica es construir los ordenadores. Comparado con un ordenador normal, un ordenador cuántico es una máquina extremadamente compleja: funcionan a una temperatura cercana al cero absoluto (-273 ºC), el soporte de qubits son superconductores y los componentes para poder leer y manipular los qubits no son sencillos tampoco.
Además, los qubits no suelen ser estables, en el sentido de que son muy sensibles a las perturbaciones y al ruido. Esto puede llevar a errores en los cálculos (por ejemplo, si el ordenador calcula 1 + 1 y un qubit cambia por ruido igual el resultado nos sale 3) pero también a que el ordenador no sea cuántico propiamente dicho.
¿Que cómo puede ser un ordenador cuántico no cuántico? Tal y como habíamos explicado antes, los dos conceptos relevantes de un ordenador cuántico son la superposición y el entrelazamiento, y sin ellos no pueden existir las mejoras de velocidad que prometen los algoritmos cuánticos. Si las perturbaciones del ordenador modifican qubits en superposición y los llevan a estados clásicos rápidamente, o si rompen el entrelazamiento entre varios qubits, lo que tenemos no es un ordenador cuántico sino sólo una computadora extremadamente cara que sólo sirve para ejecutar un puñado de algoritmos de manera equivalente a un ordenador normal (y probablemente dé resultados erróneos).
De las dos propiedades, el entrelazamiento es la más difícil de mantener y de probar que existe. Cuantos más qubits haya, más fácil es que uno de ellos se desentrelaze (lo que explica por qué aumentar el número de qubits no es una tarea trivial). Y no basta con construir el ordenador y ver que salen resultados correctos para decir que hay qubits entrelazados: buscar evidencias de entrelazamiento es toda una tarea en sí misma y de hecho la falta de evidencias era una de las principales críticas a los sistemas de D-Wave en sus inicios.

¿Y habrá móviles cuánticos en el futuro?

Procesador cuántico
De momento, parece que la computación cuántica se va a limitar a empresas grandes que puedan aplicarla a problemas complejos y costosos computacionalmente, un poco de forma similar a los inicios de la computación clásica. Probablemente cada vez habrá ordenadores cuánticos más potentes, llegando a lo que Google decía sobre la supremacía cuántica a partir de la cual los ordenadores cuánticos podrían resolver problemas para los que ni el supercomputador más grande tiene suficientes recursos.
Empresas como Google, Microsoft o IBM podrían usar los ordenadores cuánticos para entrenar de manera más eficiente sistemas de aprendizaje automático, o para fines científicos simulando proteínas o sistemas cuánticos. En cualquiera de los casos, serán avances que no probablemente no notaremos mucho como usuarios más allá de la nota de prensa de turno.
Y más a largo plazo, ¿qué podemos esperar? A priori y con los materiales que se están construyendo ahora mismo los ordenadores cuánticos, no parece que la miniaturización sea demasiado factible. Pero ya hay investigaciones sobre nuevos materiales que podrían servir para crear ordenadores cuánticos más accesibles. Quién sabe si de aquí a cincuenta años podamos comprar "CPUs cuánticas" para mejorar la velocidad de nuestros ordenadores.

EXOMARS

Las claves de la misión ExoMars: en busca de vida en Marte 

Aunque la misión ExoMars («Exobiology on Mars») será recordada sobre todo por el f racaso del aterrizaje del módulo de aterrizaje Schiaparelli, en octubre de 2016, la misión estrella para explorar Marte de la Agencia Espacial Europea (ESA) sigue adelante. Recientemente la agencia escogió los dos lugares del planeta rojo donde posiblemente posará el rover de exploración ExoMars 2020. Este robot perforará hasta dos metros del subsuelo y estudiará la habitabilidad del planeta (las probabilidades de que haya vida), haciendo un sofisticado análisis de moléculas orgánicas.
La ESA ha escogido para el aterrizaje dos lugares que en el pasado fueron muy abundantes en agua: dos elipses de 120 por 19 kilómetros en la zona de Oxia Planum y Mawrth Vallis. Ambos son interesantes desde el punto de vista científico y además son lisos y carecen de elementos que puedan dificultar el aterrizaje, el despliegue y la salida del rover.
Ambos regiones serán estudiadas ahora con más detalle y en 2019 se escogerá el lugar definitivo de aterrizaje. El lanzamiento del rover está previsto para julio de 2020, y se espera que aterrice en Marte en 2021.
Junto al rover de exploración, la ESA desplegará una plataforma científica estacionaria rusa. Mientras tanto, el satélite « Trace Gas Orbiter», TGO, que lleva orbitando el planeta rojo desde octubre de 2016, funcionará como estación repetidora, y llevará a cabo su misión científica, en la que básicamente tratará de averiguar si el origen del gas metano de la atmósfera de Marte es biológico.
Por primera vez, el robot podrá extraer muestras del subsuelo marciano, situadas a hasta dos metros de distancia. Esto resulta clave, ya que la superficie marciana es un entorno hostil para los organismo vivos debido a la potente radiación solar y cósmica. Por eso, gracias a la exploración bajo tierra, el robot tiene más posibilidades de encontrar muestras conservadas.
Las dos zonas escogidas están al norte del ecuador marciano, en una región llena de canales que preservan un rico registro geológico de la historia pasada del planeta, que hace miles de millones de años estaba cubierto de agua. Esto es muy importante, porque el propósito final de ExoMars es buscar huellas de vida pasada en Marte.
Mapa del terreno de Oxia Planum
Mapa del terreno de Oxia Planum - NASA/JPL-Caltech/Arizona State University; analysis: IRSPS/TAS-I
En Oxia Planum hay muchos canales ricos en arcillas formados en condiciones húmedas hace 3.900 millones de años.
Región de Mawrth Vallis
Región de Mawrth Vallis - ESA/DLR/FU Berlin
Por otro lado, en Mawrth Vallis hay un gran canal en cuyo entorno también hay sedimentos distribuidos en capas y que muestra una gran diversidad mineral. Ambos rasgos sugieren la presencia sostenida de agua durante varios cientos de millones de años, incluso quizás en estanques localizados.

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Fusión nuclear

Algunos pueden poner los ojos en blanco ante la sugerencia de que la fusión nuclear es una posibilidad, y mucho menos una que esté al alcance de nuestra vida. La gran recompensa, si se logra, sería aprovechar el inmenso poder del sol dentro de un reactor contenido.
Esto le daría a la humanidad una fuente de energía limpia, barata y segura que superaría con creces cualquier cosa que las tecnologías renovables actuales pudieran lograr. Sin embargo, esta no es una ciencia nueva, y ha estado famosa 'a solo 20 años de distancia' durante más de medio siglo.
- the largest international cooperative energy project to harness power from fusion: a portrait by Jonathan Tirone (text) and Alastair Philip Wiper (photos) on Bloomberg Businessweek. https://bloom.bg/34mc18H  @BW @virtualnomad
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Sin embargo, la investigación, y la financiación, en el área se ha intensificado dramáticamente en el último año o dos, hasta el punto de que los equipos están logrando reacciones plasmáticas estables cada vez más largas dentro de los reactores. Otros equipos han encontrado formas de hacerlos más rentables para construir y descubrieron que la adición de un metal común podría desempeñar un papel crucial en este desarrollo.
El Banco Europeo de Inversiones ciertamente no ve la fusión como un sueño imposible , ya que recientemente inyectó 250 millones de euros en un reactor experimental innovador que se construirá en Italia. Del mismo modo, el Reino Unido anunció recientemente planes para construir una  nueva instalación de investigación de fusión nuclear de £ 22 millones . Luego, por supuesto, está el Reactor Termonuclear Experimental Internacional con sede en Francia, que planea comenzar a ejecutar los primeros experimentos en 2025 .
¿Se logrará la fusión nuclear el próximo año? No. Pero la clave que abre la puerta a su éxito podría aparecer.

Computación cuántica

Google afirmó recientemente que había logrado la "supremacía cuántica" al completar un cálculo en tres minutos y 20 segundos que una supercomputadora tradicional no podía completar en menos de 10,000 años.
Pasando por alto la computadora tradicional construida sobre unos y ceros con qubits, que puede ser uno, cero o ambos al mismo tiempo, la computación cuántica se considera tan influyente en la atención médica y la investigación como lo fue Internet cuando apareció por primera vez.
Sin embargo, aunque IBM y otros han descartado la afirmación de Google como exagerada, este año ha visto un exceso de avances en el campo, lo que sugiere que 2020 podría tener su "momento Apolo".
Por ejemplo, en julio, investigadores de la Universidad de Purdue y la Universidad de Rochester  demostraron su método de transmitir información mediante la transferencia del estado de los electrones. Mientras tanto, los investigadores del Dartmouth College y el MIT encontraron una manera de hacer estas computadoras "más silenciosas" , lo que podría hacer que sus velocidades de cómputo sean más precisas.

Clima

Si el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) es correcto, tenemos un poco más de una década para salvar el planeta de una catástrofe climática. Este alarmante anuncio del año pasado no fue el catalizador para que los investigadores comenzaran a tomarse en serio la investigación climática, pero se ha convertido en el cohete que acelera los nuevos descubrimientos.
La próxima década de investigación climática se definirá de dos maneras: entendiendo cómo está cambiando nuestro planeta y cuáles deberían ser nuestras prioridades; y encontrar formas de reducir el daño que hemos causado.
Recientemente, aprendimos que los rendimientos del arroz podrían caer a la mitad como resultado del cambio drástico del suelo por el inicio de la crisis climática. Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford cultivó arroz en 'suelo futuro', similar en composición a lo que será en un planeta con abundante CO2. Sin embargo, al comprender esto, existe la esperanza de que las variedades de arroz puedan ser criadas capaces de soportar estos cambios.
También hay quienes están trabajando en formas de reducir drásticamente a nuestros mayores productores de emisiones, como un equipo internacional que ha propuesto una forma de alimentar los refrigeradores con la torsión de las bandas elásticas.
Por supuesto, existe el tema muy debatido de la geoingeniería , un intento de cambiar fundamentalmente cómo se comporta nuestro planeta para eliminar el CO2 de la atmósfera. ¿Deberíamos centrarnos en abordar de dónde provienen nuestras emisiones o también encontrar formas de recuperar lo que ya hemos hecho? 2020 será un año dominado por estas preguntas.

CRISPR

Han pasado algunos años desde que 'grupos de repeticiones palindrómicas cortas regularmente espaciadas', o CRISPR-Cas9 para usted y para mí, explotaron en la escena, prometiendo una herramienta que podría cortar mutaciones dañinas en el ADN, como una tijera. Ahora, todavía en su infancia, ha aparecido en los titulares por todas las razones equivocadas con un investigador chino que se volvió pícaro para usarlo en embriones humanos.
Es comprensible que haya despertado la alarma en la comunidad científica sobre su uso potencial en humanos cuando se entiende tan poco sobre las consecuencias a largo plazo. Pero las cosas están cambiando. Recientemente, Wired informó acerca de un equipo de investigación que tiene CRISPR puesto a punto para ser menos propenso a errores. Mientras tanto, otro equipo ha capturado imágenes en 3D a nivel atómico de Cas9 antes y después de cortar el ADN, dándonos una mejor imagen de las ediciones que están sucediendo.
Imagen conceptual de una tijera cortando una doble hélice de ADN de color azul.
Imagen: © Jürgen Fälchle / Stock.adobe.com
También están apareciendo otros usos para CRISPR, especialmente con un equipo que ha desarrollado su propia versión, denominada ' ECRISPR '. Este es un dispositivo médico universal de punto de atención biosensor, similar a los sensores de glucosa en sangre existentes, para la detección precisa y rápida de virus como el virus del papiloma humano o el parvovirus.

Con nuevas empresas CRISPR dedicadas apareciendo cada vez con más frecuencia y ensayos humanos éticos revisados ​​por pares que ya publican resultados , 2020 podría ser un año decisivo para la herramienta de edición genética.